En franja volcánica, y con mineral único en el mundo el cerro de San Cristobal de Pachuca

En franja volcánica, y con mineral único en el mundo el cerro de San Cristobal de Pachuca

La Cristobalita es un mineral que solo se encuentra en Pachuca.
Sí, la cristobalita es un mineral que se encontró en el cerro San Cristóbal, en Pachuca, Hidalgo, México. Fue descubierto en 1887 y recibe su nombre por esta localización. 

La cristobalita es un mineral de la clase de los óxidos y un sinónimo poco usado es lussatita. 

El cerro San Cristóbal es la elevación más alta de la zona urbana de Pachuca de Soto y se encuentra al noreste de la ciudad. En este lugar se encuentran varias obras mineras que se utilizaron para la explotación de plata en Pachuca y Real del Monte. 

La cristobalita se forma cuando la sílice vítrea o la sílice amorfa se calientan a altas temperaturas.
La fecha de composición de este mapa manuscrito (dada por la Mapoteca a la que pertenece; no figura en el mapa mismo) marca el resurgimiento de las minas de Pachuca, tras su decadencia en la primera mitad del siglo XVIII. La minería siempre fue muy cara y la quiebra era recurrente, sobre todo por las inundaciones y la dificultad de desagüar las vetas del mineral.
Ubicación
El cerro denominado San Cristóbal se localiza en el sector oriental de la Faja Volcánica Transmexicana, en el corazón de la sierra de Pachuca, al NE de la ciudad de Pachuca. Las rocas que afloran en el área consisten en una sucesión volcánica, ligeramente inclinada, cuya edad va del Oligoceno Temprano al Plioceno Tardío, que ha sido agrupada en Pachuca. Su
composición litológica varía desde riolita hasta basalto, con predominancia de dacita y andesita. muestran que la litología predominante en esta porción de la sierra de Pachuca es andesita, andesita basáltica, brecha volcánica andesítica y dacítica, riolita y toba riolítica. Las fallas que afectan a la sierra de Pachuca están orientadas NO-SE, NE-SO, E-O y N-S, siendo principalmente de tipo normal.
Estudio
De acuerdo a su hipsometría, el Cerro San Cristóbal, se clasifica como montaña intermedia (intervalo de elevación va de 2872 a 2954 msnm). Se puede evidenciar un aumento de erosión, predominante hacia su flanco sur. La denudación y la estructura del cerro, provoca incremento del grado de las
pendientes. La mayor parte de la topografía es de pendiente muy inclinada, a excepción de la ciudad de Pachuca,
ubicado en una planicie, pero dado que los cauces de agua son intermitentes y de tipo paralelo, no
conlleva riesgo de deslizamiento por gravedad.
Se considera que la tectónica y los elementos estructurales han contribuido a dar forma a la topografía actual de la unidad de montaña Cerro San Cristóbal, en consecuencia, la orientación del área de estudio actúa como sombra meteorológica, dado que se registra clima semiárido templado a templado subhúmedo, y contrario a lo esperado, la erosión hídrica no es el modelador principal de relieve. Además, cuenta con una disección media y las corrientes de agua presentes son intermitentes; por tanto, el clima tendrá notable influencia, debido a que define la vegetación de la zona
Mapa de los cerros del Real de Minas de Pachuca, 1750.

En mayo 1739 el empresario José Alejandro Bustamante y Bustillos “denunció”, esto es, registró legalmente, “las minas contenidas en la nombrada Veta Vizcaína, sita en el Real del Monte, ofreciendo desagüarla y habilitarla, con tal que se le adjudicase y concediese”. Principalmente, obtendría “el uso, propiedad y beneficio de todas las vetas”, y que las justicias de la jurisdicción se encargaran de conseguirle los operarios. El virrey Juan Antonio Vizarrón se lo concedió. En 1741 Bustamante se asoció con Pedro Romero de Terreros, y juntos abrieron la contramina o socavón llamada Azoyatla. Aun así no se logró; tras nueve años desampararon ese socavón y determinaron abrir otros: N. S. de Guadalupe, Aranzazu, así como ahondar el tiro de Sta Teresa, La Joya y Sabanilla. Bustamante logró el establecimiento, con aprobación del virrey Revillagigedo, de una compañía de avío o crédito en agosto 1747; en 1749, ya sin recursos, buscaba extinguirla.  Bustamante muere en 1750: “A su muerte la Veta Vizcaína fue adjudicada a don Pedro Romero de Terreros”, quien logró finalmente beneficiarla, abrió una época de oro de las minas de Pachuca y se convirtió en el hombre más rico de México en ese entonces (datos y citas de Velázquez).

Este mapa señala por letras y números varios cerros y muchas bocas de las minas con sus nombres. Tambien se señalan haciendas de metales, así como templos y casa de Pachuca.

Fuente: Biblioteca Digital Mexicana A.C. y María del Carmen Velázquez, “José Alejandro Bustamante Bustillo, minero de Pachuca”, en Historia Mexicana, vol. 25, núm. 3 (enero-marzo 1976): 335-362.

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